lunes, 24 de enero de 2011

LAS CABAÑAS DE LA INFANCIA

Creo que las ansias de evadirse a un refugio en soledad parte de la idea de haber abandonado aquella cabaña que hacíamos de niños entre sillas y mantas. No hay escritor, artista, político o banquero que sacudido por el estrés no sueñe con retirarse a vivir a una cabaña lejos del mundo. Para no quedar desguarecido, rodeado por la agresión del mundo. Hay personas que son capaces de montar a cualquier edad la cabaña de su niñez y hacerse imbatibles a la adversidad. Este reducto está al alcance de cualquiera. Basta imaginar que nosotros somos la cabaña.

No hay comentarios: