martes, 17 de noviembre de 2009

LOS MASTERS DEL UNIVERSO





Uno de los muñecos que nos entretuvieron de niños fueron estos mazacotes de plástico comandados por He-Man, que además incorporaban un pequeño cómic con cada muñeco, para que los críos nos fuéramos familiarizando con su historia. Mi primo Kiko se compró a He-Man y yo a su némesis, Skeletor. Recuerdo que la técnica de mi primo era golpearme en las manos con su mostrenco héroe para que yo abandonase el combate. Y una vez capturó a mi muñeco y "lo torturó" churruscando su cabeza de goma con un mechero. La característica más destacada de los muñecajos era su "giro de cintura" que consistía en un elástico en la cintura que le hacia propinar un mandoble que ni el Cid campeador. Cuando la gomilla se pasaba, se volvían al geriátrico de Grayskull sin la misma movilidad. Luego sacaron un surtido que reparaba su armadura abollada por una nueva con un mecanismo de ruleta. Digamos que el héroe y el villano eran un buen diseño, y que había algunos muy imaginativos, pero con otros no sé qué tomaron los fabricantes, porque eran ridículos y tan cutres ¡que hasta nos dábamos cuenta! Recuerdo a Man-at-arms, ¡que era un tronco que con un botón simulaba un ariete!; A Mantenna, que lo único que hacía era sacar los ojos con una palanquita; a Leech, que se pegaba a los cristales con la cabeza ¡valiente poder! ; otro con dos cabezas, uno con trompa y cara de elefante que se recargaba con agua, jua, jua, plástico con esteroides. Madre mía, mira que eran feos algunos.

No hay comentarios: